La AGCBA y su rol en el Sistema de Organismos de Control
11-01-2010
El sistema de organismos de control es uno de los pilares institucionales de la Ciudad de Buenos Aires. Tiene como objetivos: mejorar de manera continua la administración pública, profundizar la rendición de cuentas y transparentar los actos de gobierno, abrirle las puertas a la denuncia ciudadana.
Quizás, de todas las promesas participativas de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, la de mayores avances es la del "sistema de control". A partir de fines de los noventa, en la Ciudad, comenzó la ingeniería de los organismos de control. En menos de diez años, la Defensoría del Pueblo, el Ente Regulador, la Auditoría, la Sindicatura y la Procuración son instituciones que van camino a su consolidación. Tiene un alto porcentaje de profesionales en sus plantas, un sistema de capacitación abierto a la ciudadanía y han aprobado una interesante cantidad de informes que identifican los puntos débiles de las instituciones públicas de la Ciudad, sin el afán de denuncia, sino más bien con una actitud colaborativa que pretende un mejoramiento cualitativo de la gestión pública.
Así, desde 1999, la Auditoría General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires viene trabajando a fin de consolidar su lugar como un órgano de control externo dedicado especialmente a medir resultados y a promover la mejora de la calidad de la gestión pública. Esta tarea contribuye a alcanzar una sólida cultura de rendición de cuentas y resultados de gobierno, a facilitar la toma de decisiones legislativas y a orientar las gestiones a través del fortalecimiento de los principios republicanos, tal como se lo encomienda la Constitución de la Ciudad.
Su visión es la de "ser un órgano de control externo dedicado a medir resultados y a promover la mejora de la calidad de la gestión pública, contribuyendo a alcanzar una sólida cultura de rendición de cuentas y resultados, a facilitar la toma de decisiones legislativas y a orientar la gestión fortaleciendo los principios republicanos."
El cumplimiento de estos objetivos produce beneficios en diferentes aspectos:
1-Contribuye al control político en la medida en que es un componente importante en la evaluación de las políticas públicas.
2-Contribuye a la rendición de cuentas horizontal y vertical.
3-Colabora con la mejora continua de la gestión pública promoviendo buenas prácticas y motorizando cambios estructurales.
4-Promueve el control ciudadano y la credibilidad de la dirigencia.
En este marco, el "diálogo" con el auditado resuelve el límite impreciso entre el control de gestión y la intromisión de los auditores en las decisiones políticas del ejecutivo; el "descargo" tiende a convertirse en un programa consensuado de solución de los problemas observados. Las recomendaciones se convierten entonces en un "acuerdo" sobre las acciones a realizar y discurren en la línea de las "acciones correctivas" de los programas de calidad, despejando el conflicto entre el seguimiento de observaciones o recomendaciones.
De acuerdo a lo expuesto podemos concluir que los organismos de control en general y la AGCBA en particular, mejoran la calidad de las instituciones democráticas.